POR: RAFAEL MARTÍNEZ
La luz de esperanza de que Tigres haga historia en el Mundial de Clubes se ha vuelto a encender, pues el Mönchengladbach con una espectacular remontada, demostró que un equipo chico puede derrotar a un monstruo que parecía ser invencible.
Quienes se burlan de Tigres llamándolo equipo chico, son los mismos que seguramente tienen catalogado en este mismo calificativo al Mönchengladbach, sin embargo el Borussia demostró que en el terreno de juego no hay chicos ni grandes, solo dos equipos buscando el triunfo.
Hace poco más de un año Rayados demostró que con ímpetu y calidad, se puede poner contra las cuerdas al campeón europeo, y aunque no le alcanzó para ganar, mantuvo el empate 1-1 hasta el minuto 90, perdiéndolo en la compensación.
El Borussia Mönchengladbach, asumió su rol de chico frente al gigante, y así pudo remontar un 2-0 adverso y ponerse arriba 3-2, y aunque fue dominado, no soltó la ventaja.
Esto sin duda deberá ser un bálsamo de ilusiones para Tigres y su afición, de que el gigante teutón, Bayer no es invencible y puede caer contra un equipo chico.