Por Rubén Heredia / Twitter @Rubik2308
El tiempo cobra factura siempre y en Tigres el tiempo llegó. El mandato del Ricardo Ferretti ha llegado a su fin, pero, no de la manera que se esperaba debido a las formas tan nefastas que los nuevos directivos han usado.
Mauricio Culebro con todo el desconocimiento de la plaza y de lo que representa Tigres en Nuevo León, cayó en el juego de la persona que dijo no iba a caer y en el juego de la afición, esa misma hinchada que, cuando las cosas salgan mal van a pedir su cabeza.
El equipo quedó en manos inexpertas que nos hacen recordar a los directivos del pasado que llevaron al abismo al equipo.
El cambio no es malo, sino con quien lo hagas y tanto Culebro como Doehner demostraron que, en la primera crisis, cedieron ante la presión.
Esto, definitivamente, NO ES TIGRES.