Por Adriana Espinosa | Twitter @espinosa_2507
Una nueva final nos aguarda, un encuentro inédito entre Chivas y Tigres para alcanzar la gloria. Dos escuadras, primera y segunda en la clasificación, de temporadas contrastantes, pero con el mismo valor y esfuerzo en busca de alcanzar, una vez más, el título de la Liga MX Femenil.
En el Volcán, la fe de Rayadas, pese a permanecer intacta, se vio golpeada por un contundente cuatro a uno en contra. Desde los primeros minutos de partido, las Amazonas plantearon un juego ofensivo, de constantes ataques al área de Lozoya.
De esa manera, sin esperar demasiado, Stephany Mayor evidenció la inestabilidad en la defensa de Monterrey. Cual cañón, Mayor se volcó sobre la meta rival, se sacudió la marca – por decir lo menos – y soltó un zapatazo entre las piernas de la cancerbera para hacer estallar el grito en las gradas.
Al 17’, Belén Cruz remarcó su talento y técnica individual. Después de un toque excelso para controlar el balón, orientar el cuerpo y saltar a la defensa, le bastó un tiro de media potencia, pero perfectamente localizado, para marcar uno de los goles más alucinantes en la historia de este torneo. Poco antes de la media hora, Evangelista descontó el único tanto de Rayadas.
Un gol que refleja el espejismo que ha sido la temporada de Monterrey, que ilusiona por la calidad con la que cuenta la plantilla pero que falla, constantemente, en el planteamiento del partido. A Rayadas – por doloroso que sea – no le basta el apoyo incondicional de sus aficionados, que merecen más, que merecen cerrar un ciclo e iniciar un mejor y más comprometido proyecto.
Ya en la segunda mitad, como en el partido de ida, Nancy Antonio siguió sumando méritos a su historia con Tigres. Un gol para terminar con las esperanzas del contrario, un tres a uno parcial para mandar a la lona a un equipo desmoronado moral y físicamente como Monterrey. Para cerrar la noche, “La Maga” culminó el partido con el cuarto gol definitivo. Ovalle se encontró con la redonda dentro del área, producto de un centro por la derecha, para coronar el encuentro.
Las palabras están de más, pero, hay que decirlo, Tigres está en la final de la Liga MX Femenil, como equipo dominador, con los goles y el rendimiento como prueba contundente del proyecto que ha tenido la UANL desde la primera temporada.
Del otro lado, una llave que se jugó con el corazón, no solo por tratarse de un Clásico Tapatío, sino por las emociones y matices que lo rodeaban. Atlas, un equipo que se ha consagrado por medio de su resiliencia para conquistar objetivos, y Chivas, una institución que se aferra a una filosofía para hacer realidad el sueño de campeonas. Una ciudad dividida pero que, en el Akron, tenía claro sus colores.
En una primera mitad en la que ningún equipo logró abrir el marcador, la afición rojiblanca no dudó en corear cada jugada, en suspenderse al borde del asiento o sentir parársele el corazón cuando Blanca Félix salvó al equipo en dos ocasiones claras.
En el segundo tiempo, ambos equipos propusieron un juego rápido, de pases precisos y transiciones que rompían el medio campo. Sin embargo, fue a balón parado como Chivas vio concretado su objetivo, siempre con el cobro de Caro Jaramillo. En un primer intento, el tiro desviado por Ana Gaby Paz, rebotó en el travesaño permitiendo a Miriam Castillo abrir el marcador.
Más tarde, desde el tiro de esquino, Ana García terminaría anotando en propia puerta. Un gol que sirvió de excusa para festejo de Alicia Cervantes, que, si bien no pudo anotar en el encuentro, fue pieza clave, salvando su arco sobre la línea y convirtiendo cada balón en una oportunidad. Multiplicada sobre el campo, la ovación a la salida de la número ‘24’ fue más que merecida. Quien también tuvo que abandonar la cancha desde la primera mitad fue Ale Franco, que para infortunio sufrió un fuerte impacto. González descontó desde el punto penal para después, con el silbatazo de la central, ver finalizada una gran campaña rojinegra.
A la final han llegado los mejores equipos de la liga que, sin embargo, han escrito dos historias totalmente distintas. La de las Amazonas, que pese a tener un arranque dubitativo, no tardaron en presentarse como el equipo contundente que realmente son, con un despliegue al ataque abrumador y un mediocampo difícil de romper.
En cuanto a Guadalajara, parecía ser el equipo de menor expectativa por la pretemporada turbulenta, en la que se presentaron bajas, aparentemente, sensibles en la plantilla. No obstante, lo de Mejía, más allá de los noventa minutos de cada encuentro, ha sido de reconocer y admirar, porque ha trabajo en el rendimiento del equipo, ha dado un estilo a sus futbolistas, ha tomado a cada una para convertirlas en una máquina sincronizada y pulida.
Dos conjuntos que han marcado la historia de la Liga MX Femenil. Guadalajara como el primer equipo en conquistarla, y Tigres con el mayor número de finales jugadas y ganadas. La nostalgia que ilusiona a Chivas, que verdaderamente ha trabajado por estar aquí, y la ambición inagotable de las Amazonas, que saldrán a defender su dominio, nos emocionan a nosotras, la afición.
Chivas vs. Tigres
Ida: 24 de mayo, 21 horas
Vuelta: 31 de mayo, 19 horas
