Hay números que no son fáciles de portar y este es uno de ellos, muchos lo han intentado pero pocos con éxito.
Cuauhtémoc Blanco: Probablemente el máximo ídolo americanista, el que porto este dorsal como nadie, siempre con entrega, calidad y mucho liderazgo. Después de Blanco la 10 azulcrema ha pasado por muchas espaldas y en varias ha pesado.
Salvador Cabañas: El paraguayo fue el siguiente en portar dicho dorsal con las águilas del América, y no es ningún secreto que lo hizo con creces. “Chava” jugó 154 partidos, anotando 91 goles y dando 14 asistencias, en este tiempo fue el líder y goleador del club. Incluso fue galardonado con el premio Rey de América (futbolista sudamericano del año) en 2007 y ese mismo año fue el goleador de la copa libertadores con 8 tantos.
Daniel “Rolfi” Montenegro: Con el 10 libre “El Rolfi” es el responsable de tomar este dorsal tan emblemático para el club. Pero no pudo hacerlo como se debe, en gran parte por su actitud, lo más criticado por el aficionado. 142 partidos, 27 goles y 45 asistencias, no son malos números pero venia con un gran cartel desde Argentina y en general el aficionado americanista no tiene buen recuerdo de este #10
Osvaldo Martinez: Un jugador con opiniones divididas, 187 encuentros con la casaca diez, 19 goles y 25 asistencias. El paraguayo no es un “10” al uso, en realidad jugó más en un doble pivote, como un “8”. En general es recordado con cariño por la afición pero los números hablan por si solos, no es diez.
Cecilio Domínguez: Generó mucha ilusión en la afición pero su intermitencia lo llevo a salir del club. 74 partidos, 21 goles y 5 asistencias, un jugador irregular que parecía que tenia portar la #10 como se debe pero por su intermitencia no duró mucho.
Giovani Dos Santos: Un fichaje sin duda esperado por la afición, pero una de las mayores decepciones con este dorsal. Su paso por Coapa estuvo lleno de lesiones y malos resultados, solamente 42 partidos, 4 goles y 2 asistencias. No hace falta decir más.
Queda claro que el famoso #10 no es para cualquiera, ahora, la pregunta es: ¿Quien merece que portar la diez actualmente?