Si bien Florian Thauvin fue la bomba del torneo (y quizás uno de los fichajes más importantes en la historia del fútbol mexicano), no será el único que lucirá en el ataque felino.
También estará André-Pierre Gignac, que volverá a su posición habitual y Miguel Herrera orquestará un sistema de juego en el cual muy seguramente tendrá más opciones de gol en comparación con lo acostumbrado en los últimos años.
Leo Fernández (en caso de que se quede), será otro de los que podrán brillar dentro del rectángulo verde; incluso los laterales, que en ciertos momentos veremos de carrileros.
Sin embargo, los obreros del gol, quienes se llevarán más aplausos de los esperados, serán Diente López y Luis Quiñones.
Ambos elementos son del agrado de Miguel Herrera. Sobre todo Luis, que el Piojo lo pidió en América cuando dirigía a los de la capital y recién llegado a Tigres habló con la directiva para que le renovaran el contrato.
Diente López no le es indiferente.
Lo que el uruguayo tiene en esa pierna izquierda, empata mucho con las pretensiones futbolísticas del ahora timonel felino.
Esa excelsa mezcla entre actitud y calidad le robará muchas sonrisas a los aficionados.
Luis y Diente serán los referentes en un estilo que enamorará a propios y extraños… convencerá incluso a los escépticos.
A partir de julio, todos juntos cantarán en un volcán que llevaba rato queriendo entrar en erupción pero no podía… no se le tenía permitido.
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