Cuando parecía que Leonardo Fernández no tendría más cabida dentro del equipo, surge la posibilidad de que Florian Thauvin vaya a los juegos olímpicos de Tokio 2020 con André-Pierre Gignac para representar a la selección francesa, y automáticamente el sol sale para el jugador uruguayo que, sin jugar tanto, ha enamorado a varios.
Lo más natural del mundo es que Miguel Herrera alinee a cuatro en el fondo y se proteja con dos medios de contención; sea Rafa Carioca y Guido Pizarro, o uno de ellos acompañado del box to box que el ‘Piojo’ Herrera ha manifestado necesitar, pero que, por alguna u otra razón, sigue sin llegar.
Arriba se sabe que estará Carlos González intentando solventar la ausencia de Gignac, y atrás de él, en una suerte de escudo ofensivo, se vislumbra a ‘Diente’ López, Luis Quiñones, y justo en medio de ellos dos, siendo el enlace principal entre el medio campo y la cara alta de la cancha, el chaparro de la casaca número diecisiete que anhela volverse ídolo en el equipo de Tigres.
Si nada raro sucede, Leo tendrá al menos tres partidos para demostrarle a Miguel Herrera que puede competirle de tú a tú a cualquiera.
¿Lo convencerá?
¿Le alcanzará el tiempo?
¿Realmente será Leo Fernández el jugador que la hinchada espera?
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