Miguel Herrera fue muy claro cuando dijo que veía necesaria la llegada de un defensa central y un volante mixto: el famoso box to box.
Surgió primero el nombre de Luis Romo, aunque desde un principio lucía complicado que llegara, pues el jugador tenía… tiene puestas sus aspiraciones en el viejo continente.
Después se habló de Orbelín Pineda.
También tema difícil, tomando en consideración el gran momento por el cual atraviesa el jugador y que su prioridad siempre ha sido seguir al frente de la maquina celeste de la Cruz Azul.
Si a esto le sumamos que recién se había concretado el fichaje de Florian Thauvin, era imposible no pensar que Tigres iría con todo y por todos.
Que si bien no se hacía ni lo de Orbelín ni lo de Romo, el fichaje sería de ese calibre… pero no.
Se dice que Juan Pablo Vigón está a nada de firmar con el conjunto felino.
El chico no es malo.
Se caracteriza por dar pelea siempre y no rendirse nunca.
Sin embargo, no está a la altura de lo que se esperaba.
¿Bomba?
Pero lejos de serlo…
¿Una gran contratación?
Tampoco.
¿Mal fichaje?
No, porque el chico es mexicano (por lo tanto no ocupa plaza de extranjero) y viene a competir.
Pasa que el Piojo no habló de un elemento que viniera a enriquecer la banca, y al menos de arranque, Vigón llegaría justo a eso.
Juan Pablo puede acabar por romperla, porque esto es fútbol y la pelota es caprichosa. Pero al menos en papel, dejando a un lado lo de Florian Thauvin, Tigres está siendo un tanto raquítico en sus concentraciones.
Veremos qué pasa.
También te puede interesar:
Twitter: JaimeGarza94
Instagram: JaimeGarzaAutor