A Tuca Ferretti se le mató por no apostarle de lleno al jugador. A Miguel Herrera se le pegó por mencionar las deficiencias del muchacho sin antes entrenarlo.
Los astros se le acomodaron, ¿y qué pasó?
45 minutos de poco y nada.
Leo Fernández es un jugador que tiene talento en la pierna izquierda. Que se habla de a tú con la pelota y que deja sin aliento a quienes lo ven de reojo.
El problema llega cuando le prestan atención…
Cuando ven más allá del regate o de la jugada vistosa. Cuando se atreven a juzgarlo dando por sentadas las ganas y se dan cuenta de que no, que tal vez Leo Fernández no es el jugador que se pensaba.
Se le pone en el mismo carril que a hombres como Lucas Zelarayan, que fue reconocido por el propio Juan Román Riquelme como el enganche del mañana.
Se le juzga por esos goles anotados con la camiseta de Toluca y por lo que se dice que puede lograr con Tigres.
Pero para ganarse un lugar en el once titular no basta con lo que puede o con lo que quiere, sino con lo que hace. Y el uruguayo hizo muy poco en un partido amistoso, en el cual tenía todo para seducir, incluso, a sus detractores.
No se trata de pegarle a Leo Fernández.
Se trata de medirlo como lo defienden sus seguidores: como a un crack incomprendido, como a un talentoso que requiere de poco para hacer mucho.
El chico tendrá sus oportunidades. Si las aprovecha, le complicará la vida a Miguel Herrera. Si se queda en el “quiero”, pronto la hinchada dejará de abogar por él y quedará como un buen jugador que no logró dar el salto.
¿O acaso ya lo dio y hacemos mal los que esperamos más de él?
También te puede interesar:
¿Qué va a pasar con Hugo Ayala?
Twitter: JaimeGarza94
Instagram: JaimeGarzaAutor