Cinco partidos; dos victorias, dos derrotas y un empate.
Así ha sido el comienzo de este nuevo Tigres… de esta nueva era bajo el mando de Miguel Herrera.
Se están intentado cosas diferentes; esa es una realidad.
Se toca menos la pelota; se intenta llegar más rápido al área rival.
¿El costo?
Mayor imprecisión al momento de trasladar el balón y que a Tigres le lleguen más que antes.
En la mitad de la cancha se han visto bien Juan Pablo Vigón y Rafael Carioca. A Guido Pizarro le está costando el cambio.
Arriba Diente López ya sirvió dos pases para gol y se presume que con la incorporación de Gignac y de Thauvin la cosa mejorará.
Es la defensa, no obstante, la que más ha sufrido.
Hugo Ayala se vio bien en pretemporada, pero ante Toluca demostró un bajón de juego nada usual en él.
Con todo y eso, creo que es el único seguro en la posición.
Diego Reyes es inestable; Sánchez Purata muy joven.
¿Carlos Salcedo?
Del Titán podemos esperar cualquier cosa, y Tigres no está para signos de interrogación.
Nos encontramos con un equipo dispuesto a proponer lo que en once años se guardó.
La intención es muy buena, sí, siempre y cuando se cuente con un aparato defensivo estable, y hoy Tigres, como hace muchos años, luce débil en esa zona.
¿Deben ir por alguien más que enriquezca la posición?
Yo creo que sí.
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