El inicio de la era de Miguel Herrera al frente del conjunto felino no ha sido para nada agradable.
Más allá de la pobre cosecha de puntos, lo débil que se ha visto el equipo al momento de defender, lo poco creativos que han sido al atacar y los tres expulsados en cuatro partidos, está el hecho de que el Piojo no ha tenido oportunidad de disfrutar de los suyos en un solo duelo de Liga, pues entre llamados a sus respectivas selecciones, las suspensiones anteriormente mencionadas y las lesiones, Herrera se ha visto en la necesidad de moverle a la pizarra con bastante frecuencia.
Primero Guido Pizarro y ahora André-Pierre Gignac.
Ambos elementos fundamentales en la era dorada de Tigres.
¿Que Juan Pablo Vigón llegó con mucha ganas y Rafael Carioca tiene mucha calidad?
Y sí…
Pero lo que el Conde te ofrece no te lo dan ninguno de ellos dos.
Como muestra, el desorden en medio campo que ha sufrido el equipo desde que el capitán se ausentó; primero por expulsión, después por lesión.
¿Y de Gignac?
¿Qué les puedo decir de André-Pierre que no lo sepan ya?
Entre él y Nahuel Guzmán, lo digo sin faltarle al respeto a los demás, han hecho de Tigres el equipo de la década.
Como el francés no habrá otro en mucho tiempo, y por eso me parece una tremenda falta de respeto que haya quienes se atrevan, no solo a pensar, sino a asegurar que Gignac no está lesionado de verdad… que todo forma parte de una supuesta ‘conspiración’ o muestra de ‘lealtad’ al otrora entrenador de Tigres: Tuca Ferretti.
André ha dejado el alma en cada jugada. Ha sudado la camiseta como ningún otro desde el primer minuto. Siquiera pensar que podría hacer algo de manera voluntaria para perjudicar a Tigres, es un insulto a su trayectoria… insulto que los aficionados de verdad no deben permitir.
No insultemos a Gignac, se los pido por favor.
Atte. El fútbol.
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