Por Alfonso Espinosa | Twitter @Alesp_19
En una época donde la pandemia obliga a muchos clubes a reducir su presupuesto destinado a refuerzos, el Monterrey ha logrado una vez más consolidarse como un serio aspirante al título con la llegada de elementos defensivos como lo son Héctor Moreno e incluso el plurifuncional Erick Aguirre.
Un aspecto a considerar a la hora de catalogar a la Pandilla como el rival a batir, es el orden defensivo que Javier Aguirre ha implantado a sus pupilos.
Normalmente al pensar en este equipo siempre se recuerda la gran calidad de sus delanteros, sin embargo, hombre por hombre la defensiva del Monterrey está a la par o incluso en mejor forma que su ofensiva.
Para su fortuna, “El Vasco” cuenta con la ventaja de tener mínimo dos jugadores de primer nivel por posición para planificar su once titular. Por ejemplo, en la defensa central, además de tener a los ahora seleccionados César Montes y Héctor Moreno (que bien podrían ser la pareja titular mexicana rumbo al mundial) este equipo es capaz de adaptar su alineación para que sus laterales sudamericanos cambien al papel de centrales. Tanto Vegas como Medina perfectamente tienen el nivel como para figurar en las grandes ligas europeas, lo que te habla de la buena planeación de la directiva en la búsqueda de cubrir estas posiciones.
El plantel es tan basto que incluso jugadores como Jesús Gallardo y Erick Aguirre no serían los elegidos por el técnico para iniciar un encuentro, aunque hablando de este último sin duda alguna el ex de Pachuca puede pelear un puesto hasta en tres zonas del campo diferentes.
La realidad es que en este deporte muchas veces el nombre solo es más que un elemento aparte que no interfiere con el funcionamiento de un equipo, afortunadamente, Javier ha colocado las piezas en su lugar y los jugadores han respondido adecuadamente.
Aún es muy pronto como para juzgar si los zagueros van a seguir comportándose así de bien todo el torneo, sin embargo, si estos futbolistas continúan por este camino, el Monterrey podría finalmente presumir el haber conseguido una defensa de ensueño.
