Por Adriana Espinosa | Twitter @ades_2507
El aumento de partidos y creación de nuevos torneos es, en su mayoría, criticado por el exceso de carga deportiva – y falta de sentido – que representan. En una época donde el balón se ha convertido en el negocio más rentable del planeta, las nuevas competiciones parecen un descaro, cuando menos en la rama varonil, donde los dólares son quienes mueven la redonda. No así en el Futbol Femenil, donde la noticia de un nuevo campeonato y sistema de competición resultan una oportunidad para hacer crecer el nivel de una región como Norteamérica. Así lo hizo la CONCACAF W el pasado miércoles, cuando anunció el nuevo formato de juego para las próximas Copa Oro CONCACAF W y CONCACAF W Championship.
En el caso del nuevo torneo, la CONCACAF W Championship, contará con una ronda de clasificación que se disputará entre los meses de noviembre (2021) y abril (2022), formándose seis grupos integrados por cinco equipos. Cada selección jugará cuatro partidos en total, dos como locales y dos de visitantes, avanzando a la siguiente fase los primeros equipos de cada grupo. Cabe precisar que, las dos selecciones mejor rankeadas – Estados Unidos y Canadá en este caso – quedarán exentas de esta primera fase, avanzando al campeonato de manera automática.
Posteriormente, los ochos equipos en total formarán dos grupos para dar inicio a la CONCACAF W Championship, que tendrá lugar en julio y junio – de 2022, evidentemente -. Las cuatro mejores de cada grupo, además de disputar las Semifinales, garantizarán su boleto para el próximo Mundial de la FIFA. Asimismo, los dos mejores terceros lugares de cada grupo competirán por un quinto boleto para Australia y Nueva Zelanda 2023. Además, la ganadora del torneo asegurará un lugar en la Copa Oro y Juegos Olímpicos de 2024, lo mismo que la vencedora entre la subcampeona y tercer lugar, que jugarán un partido definitorio en septiembre de 2023.
En cuanto a la tan esperada Copa Oro, la fase clasificatoria constará de tres ligas, integradas por los equipos según su lugar en el ranking. Así, las nueve mejores conformarán la Liga 1, las doce siguientes la Liga 2, y las doce selecciones más bajas la Liga 3. De la misma manera, cada liga se dividirá en tres grupos, de tres o cuatro equipos según el caso, disputando un partido como local y uno como visitante. Una vez finalizados los encuentros, a disputarse en septiembre, octubre y noviembre (de 2023), las tres selecciones ganadoras de cada grupo en la Liga 1 obtendrán su boleto a la Copa Oro, mientras los segundos lugares – también de la Liga 1 – se enfrentarán a las ganadoras de grupo de la Liga 2.
A la Copa Oro llegarán entonces los dos mejores equipos de la CONCACAF W Championship, las tres mejores de la Liga 1, las tres vencedoras entre las selecciones de la Liga 1 y la Liga 2, y cuatro selecciones invitadas. Importante decir que, éstas últimas, serán elegidas de otras Confederaciones, lo que abre las puertas para competir contra equipos de la calidad de Brasil, España o Australia – para ilusionarse e ilustrar con un ejemplo -, permitiendo aumentar el nivel de competitividad y calidad. En cuanto al formato de la Copa Oro, los doce equipos clasificados – si sumaron los equipos al principio del párrafo – se dividirán en tres grupos de cuatro, donde los primeros y segundos lugares, así como los dos mejores terceros, avanzarán a Cuartos, de donde saldrán las semifinalistas y, a la postre, las dos escuadras que disputen la final.
La nueva Copa Oro debutará en junio de 2024, disputándose cada cuatro años, lo que representa un mínimo de 195 encuentros por cada ciclo, un aumento aproximado de 118% en comparación con la actualidad en la zona.
Números, sistemas y torneos que en verdad entusiasman, no solo por tener más futbol, sino porque se espera éste sea mejor año tras año. La próxima fecha importante es el 21 de agosto, cuando se celebrará – o celebró – el sorteo para conocer la integración de los seis grupos que disputarán la fase clasificatoria de la CONCACAF W Championship. Entonces sabremos – o ya sabemos – los rivales de México, que de la mano de Moni Vergara podría comenzar a escribir un capítulo histórico.