Por: Adriana Espinosa
A cinco años de su instauración, después de seis finales, una vez más, Guadalajara y Pachuca se medirán en busca del ansiado título. Dos escuadras que, para poder instalarse en esta última instancia, han tenido que superar a las máximas ganadoras de este torneo, así como a las vigentes campeonas.
El objetivo era claro, un empate o victoria daba a Chivas la oportunidad de llegar a una nueva final. Sin embargo, enfrente estaba una de las mejores plantillas de la liga que, sin titubeos, salió a buscar el gol que le garantizara su séptima aparición en finales de manera consecutiva. No obstante, pese a los intentos de Uche y Mayor, el arco resguardado por Blanca Félix, permaneció sin goles durante todo el encuentro, dejando todo en manos de la delantera rojiblanca. A la ofensiva, una vez más, Montoya procuró mover el balón a velocidad, generando toda clase de jugadas que, lograron anular la defensa regia. Un agotador primer tiempo donde, a fuerza de perseverancia, Chivas se hizo de un tiro a balón parado ejecutado por Caro Jaramillo. Alejada del resto, sin ninguna marcación que dilatara su cita con la historia, Karol Bernal logró contactar limpiamente el balón, abriendo el marcador en favor de las locales.
Para la segunda mitad, Tigres quiso tomar ciertas precauciones, apostando por contragolpes y disminuyendo las revoluciones de su juego, aunque aquello no representara un parado meramente defensivo. Una táctica que las Amazonas buscaron aprovechar por momentos pero, nuevamente, sin ningún éxito. Por el contrario, Chivas procuró hacer llegar el balón lo más rápido posible hasta el otro lado del campo, privilegiando la presión alta y el despliegue inmediato de sus jugadoras. Eventualmente, el cuadro de Alfaro logró generar peligro en el área rival, lo cual produjo pequeños deslices entre la zona baja de Tigres. Tal fue el caso que, uno de los balones filtrados por Jaramillo, no pudo se despejado por ninguna futbolista regiomontana, permitiendo a Guzmán colar el esférico entre las piernas de Santiago. Así se concretó la remontada de Chivas, que solo debía esperar el tiempo ideal para que, tanto Karol como Kimberly marcaran su primer tanto del Clausura 2022.
Más tarde, en el Gigante de Acero, las emociones no dejaron de desbordarse. En principio, Monterrey cumplió más de 90 minutos sin anotar, sumando un primer tiempo sin anotaciones. Una primera parte donde, las Rayadas de Eva Espejo no lograron generar lo suficiente para representar un verdadero peligro. Sobre todo, teniendo a Barrientos como protagonista bajo los tres palos. Ante la falta de ese último toque que hiciera explotar su juego, Espejo mandó al campo a Evangelista, Aviléz y Olivieri para el arranque de una segunda mitad inverosímil. Si algo le faltaba probar a Monterrey era el disparo desde fuera del área, a lo que Yamile Franco supo responder con un auténtico golazo. Después de quitarse a Lizbeth y Alvarado, la número ‘17’ soltó un disparo imposible de detener, con trayectoria limpia hasta las redes.
Entonces, tanto afición como futbolistas, comenzaron a creer, a soñar. Sobre todo cuando, de manera polémica – a consideración de quien escribe, no era penal – el central decidió marcar una mano dentro del área, otorgándole a Bernal la oportunidad del empate global. Habiendo fallado dos remates, “La Capi” demostró su carácter al golpear de forma determinante el balón.
El rostro que ante el silbatazo mostraba seriedad, se volvió en alegría al anotar el segundo tanto de la noche. Una felicidad que, poco debía durar en la grada. Hasta los más escépticos tuvieron que recordar el mito de la gallina enterrada cuando, en dos minutos, los estragos se hicieron presentes en el BBVA. Viridiana Salazar fue recompensada con un gol después de su excelente labor de sacrificio. Frente a Godínez, Viri aprovechó el único hueco otorgado por la portera. Un solo tanto de Tuzas pero, más que suficiente para impedir el bicampeonato de Rayadas.
Como no ocurría desde 2017, ni Monterrey, ni Tigres estarán presentes en esta nueva final. En medio de la nostalgia, serán Chivas y Tuzas quienes busquen coronarse campeonas; será Licha la que busque la eternidad con su amado Rebaño Sagrado, como será Charlyn la que luchará por seguir escribiendo la historia junto al cuadro hidalguense.