Por: René Fernández I Twitter: @Renefdz
En la historia de los Clásicos Regios se han vivido partidos llenos de dramatismo y el disputado el 10 de diciembre del 2005 es uno de ese tipo.
En la edición 79 Tigres se metió a la cancha del Estadio Tecnológico para disputar el juego de vuelta de la semifinal, en la ida los entonces dirigidos por Osvaldo Batocletti se habían quedado con el triunfo 1-0, pero en el capítulo decisivo la historia dio un giro total.
“Esa es la ley de la vida, lo que das es lo que recibes, fue muy frustrante para nosotros ese partido. Me da hasta tensión (recordarlo)”, declaró el brasileño Julio César en charla con Solo Tigres.
En aquel juego Rayados empató el global con un penal de Luis Pérez, pero después Walter Gaitán les regresó la ventaja a los felinos con un zurdazo.
Al héroe del aztecazo todavía le causa coraje recordar aquel partido en el que se sintieron robados por el árbitro German Arredondo quien en la recta final del juego dio por bueno un gol muy polémico de Guillermo Franco.
“Yo nunca había terminado un partido sintiéndome tan robado, arrebatado, lo tenía y me arrebataron, nunca había sentido esa sensación tan fuerte y pues cuando juegan la final mira lo que les ha pasado”.
Y es que a Julio César tampoco se le olvida que en la gran final que posteriormente Rayados jugó contra Toluca a los norteños les expulsaron tres jugadores.
¿El futbol dicta sentencia?
“Es maravilloso ese deporte”, finalizó.