El próximo sábado primero de octubre, en punto de las diecinueve horas con unos cuantos minutos, habrá culminado la temporada regular para el equipo de Tigres… con treinta unidades en el bolsillo, probablemente, pero con la obligación de jugar una repesca en la que cualquier cosa puede suceder.
El primer fracaso del torneo se consumó al no entrar directo a la Liguilla.
¿Que es raro que un equipo con treinta puntos no alcance a meterse dentro de los primeros cuatro lugares de la tabla general?
Es verdad, pero no hay excusa.
Tigres debió entrar directo a la fiesta grande y no lo hizo.
¡PUNTO!
Ahora bien, si analizamos los números de Miguel Herrera y sus muchachos, nos damos cuenta de que no hizo del todo mal las cosas.
Tigres fue la segunda mejor defensiva del campeonato mexicano.
Donde quedaron a deber fue en el ataque, con una cosecha muy por debajo de lo esperado.
¿Lesiones?
Sí. Ha habido muchos lesionados.
¿Expulsiones?
Si el objetivo fuera obtener tarjetas rojas, Tigres ahorita estaría dando la vuelta olímpica.
Esto, culpa o no del ‘Piojo’, no le ha permitido aprovechar al máximo su plantilla de futbolistas. Al grado de que no se hilaron tres partidos seguidos con una misma alineación.
¿Entonces?
Si tenemos a un equipo al que casi no le anotan, que probablemente cerrará el semestre (en este caso cuatrimestre) con treinta unidades y que, una vez con plantel completo, se vuelve un rival de peligro para los invitados a la fiesta, ¿por qué da la sensación de que no se hicieron las cosas bien?
¿Por qué, si está en las manos del propio Tigres enderezar el barco para luchar por el campeonato, los aficionados lucen intranquilos?
Nadie puede descartar al conjunto felino.
Quien lo haga, ha vivido en un bunker en los últimos años.
Tigres tiene a jugadores que saben sacar la casta en momentos de matar o morir, y eso marca la diferencia.
Por eso nadie puede tachar de loco a quien prefiere ver el vaso medio lleno.
Pero tampoco pueden dar por pesimistas a quienes aseguran que hay otros equipos más poderosos que Tigres, y que lo más probable es que no se logre la octava… al menos ahora en octubre, sábado treinta.
Porque por arriba de Tigre está América, Pachuca, Santos y Rayados… y mira que no hablo únicamente de puntos obtenidos. Hablo de fútbol, variantes e ideas.
¿Cómo calificar la temporada regular de Tigres?
Buena ‘a secas’.
Y en un club que aspira a la grandeza, lo bueno seco es pariente de lo feo.
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