Previo a la jornada número 5 del campeonato mexicano, Tigres firma a su último refuerzo: Diego Lainez. Conformando así una de las mejores plantillas del país… por no decir que la mejor.
Hablamos de un futbolista de tan solo 22 años de edad que ya es campeón en nuestro balompié y que hace menos de dos meses más de uno lo extrañó en la selección mexicana de fútbol.
Futbolista zurdo que desde que debutó comenzó a ser ruido y rápidamente emigró al viejo continente.
¿Que no le fue bien allá?
No solo no le fue bien, sino que simplemente no existió.
Sin embargo, la calidad del chico es algo que simplemente no se puede discutir. Y sumado al hecho de que no ocupa plaza de extranjero, podemos decir que Tigres hizo bien al traerlo, como en su momento lo hizo con Carlos Salcido, Javier Aquino, Carlos Salcedo o Diego Reyes.
¿Estorba?
No. Claro que no estorba.
¿Bomba?
No. Tampoco me parece que este fichaje sea una bomba para el club.
¿Entonces?, podrán preguntarse.
¿A qué viene Diego Lainez?
Y la respuesta es muy sencilla:
Diego Lainez viene a rejuvenecer la plantilla, a robustecer la base de mexicanos (sobre todo ahora, que al parecer se reducirá el registro de futbolistas no nacidos en México), pero, sobre todo, viene a generar competencia en un equipo que cuando lo ganó prácticamente todo fue porque tenía a los mejores en el campo y en el banco.
Con Diego Lainez, Diego Cocca tendrá una interesante opción de recambio cuando sus muchachos se atoren en partidos trabados, como lo sufrieron el sábado pasado frente al San Luis, por citar un ejemplo rápido.
La competencia interna es fundamental para que Tigres se convierta en un equipo de hombres y no solo de nombres.
Diego Lainez viene a generarle presión a todos.
Presión sana, obvio…
Para ser titular en este equipo, se tendrá que ser el mejor entre los mejores.
Así de sencillo.
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