Cuando Tigres le ganó al Palmeiras y se coló a la final del mundo, la felicidad fue gigantesca.
Sabíamos que era prácticamente imposible ganarle al Bayern Munich, pero el simple hecho de estar ahí y disputar un partido que nunca antes ningún club de la CONCACAF había disputado, nos llenó de orgullo.
Al final pasó lo que tenía que suceder y Tigres tuvo que conformarse con un para nada despreciable segundo lugar.
Recuerdo que, mientras le colgaban la medalla de plata a los de la ‘U’, pensé con nostalgia que esa sería la última gran chance de hacer historia para muchos.
Lucía complicado que jugadores como Nahuel Guzmán, Guido Pizarro, Rafa Carioca, Javier Aquino o André-Pierre Gignac alcanzarán a disputar otra CONCACAF, que a la postre pudiera convertirse en una nueva ilusión dentro del MDC.
Sin embargo, y aunque el conjunto felino no ha vuelto a llegar a una final del campeonato mexicano desde aquel Clausura 2019, la cosecha de puntos obtenida bajo el mando de Miguel Herrera les ha dado una nueva chance.
Hoy Tigres debuta ante el Orlando City, en lo que puede ser la última competencia internacional para muchas de nuestras estrellas.
A razón de todo lo que hemos logrado en la última década, pártanse la madre, Tigres, y vayamos todos juntos por esa pinche copa.
Muero por verte de nuevo poner el nombre del fútbol mexicano en lo más alto.
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