Por: René Fernández I Twitter: @Renefdz
La falta de contundencia apareció de nuevo en la cancha del Estadio Universitario y Tigres se quedó con las ganas de hacerle al menos un gol al Orlando City.
En el juego de ida de los octavos de final de la Concacaf, el cuadro felino y el estadounidense no se hicieron daño y ahora todo se definirá en el juego de vuelta el próximo 15 de marzo.
En pleno día de su aniversario número 63, el equipo felino tuvo un inicio de partido trepidante, 15 minutos en los que dominó al rival pero después poco a poco se fue desinflando.
Ni André Pierre Gignac, ni Nicolás Ibáñez pudieron vencer la meta del arquero Pedro Gallese, quién además corrió con suerte con un par de balones que se estrellaron en el travesaño.
Las alarmas se encendieron cuando en la recta final del primer tiempo el árbitro expulsó a Gignac pero tras revisar la jugada en el VAR todo quedó en una amonestación.
En el complemento llegaron los cambios del “Chima”, entre ellos el ingreso de Diego Lainez y Sebastián Córdova quien entró con buen ritmo y generó algunas jugadas de peligro.
Sin embargo el gol nunca llegó, Tigres volvió a abusar de los centros que en su mayoría fueron imprecisos.
La visita también tuvo la suya por conducto de Rafael Ojeda quien tras una pelota perdida por Rafael Carioca logró sacar un disparo raso con dirección al arco que Nahuel Guzmán atajó.
El silbatazo final se escuchó y con el un fuerte de la afición que se dio cita en las gradas del volcán.
Ahora Tigres necesita ganar mínimo 1-0 en el juego de vuelta o bien empatar al menos 1-1 y así con el gol de visitante lograr avanzar a la siguiente ronda.
Pero antes la “Limochima” tendrá una dura prueba ante el América el próximo sábado en la jornada 11 de la Liga Mx.
¿Logrará enderezar el camino o seguirá circulando rumbo al precipicio?