Tigres avanzó a los Cuartos de Final de la CONCACAF pidiendo la hora, con Samir Caetano expulsado y con el Orlando City reclamándole no sé qué cosa al silbante.
Definitivamente Tigres sufrió más de lo esperado.
Tanto en la ida como en la vuelta el equipo se cansó de fallar, pero de nueva cuenta la contundencia privó a los dirigidos por Marco Antonio: el ‘Chima’ Ruíz de un triunfo redondo que mucha falta les hace para ganar confianza de cara al cierre de torneo.
Lo importante era avanzar
En estas instancias el pase a la siguiente fase no es negociable.
Jugando bien o jugando mal, brindando espetáculo o teniendo como héroe a Nahuel Guzmán, Tigres debía avanzar sí o sí.
Y avanzó…
¿Merecidamente?
Creo que sí.
No todo es culpa del ‘Chima’
En este espacio (sobre todo su servidor), se le ha exigido duro al actual técnico felino.
¿Los motivos?
La falta de variantes en partidos cerrados, la terquedad de intentar con Gorriarán por fuera, el excesivo respeto a jugadores que ya no están para arrancar como titular, entre otras cosas.
Sin embargo, tampoco podemos quitarle responsabilidad a los jugadores.
Tigres debió resolverlo todo desde el duelo de ida. Y en la vuelta también tuvieron algunas oportunidades para acabar con el rival y llegar al noventa con mayor tranquilidad.
El clásico y a trabajar
No hay tiempo para que el equipo se detenga a preguntarse cómo fue que acabó sufiendo tanto en una llave aparentemente sencilla.
Dentro de un par de días se jugará el clásico regio ante un Rayados al que parece estarle saliendo todo bien.
El derbi también es un partido que se debe ganar sí o sí, más allá de las formas.
Después vendrá la fecha FIFA, y entonces sí Tigres tendrá tiempo para cuestionarse que está haciendo mal y corregirlo, con la intención de afianzarse en la parte alta de la tabla y encarar de mejor manera la CONCACAF.
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