Por: René Fernández | Twitter: @Renefdz
Tigres arrancó el 2023 con la ilusión a tope. La llegada de un técnico bicampeón y la contratación de jugadores de primer nivel, hicieron del equipo felino uno de los principales candidatos para conquistar el título.
Con cinco partidos invictos bajo el mando de Diego Cocca el inicio era prometedor pero el entrenador argentino fue seducido por los encantos de la Selección Mexicana y no se pudo resistir, dejó al plantel felino y así comenzó la primera tormenta del semestre.
La directiva tuvo que recurrir a un hombre de casa, Marco Antonio Ruiz asumió el puesto, pero al “Chima” no le fue nada bien. El tamaulipeco dirigió 12 partidos entre liga y Concacaf con saldo de cuatro triunfos, tres empates y cinco derrotas, la última contra Mazatlán en la fecha 14 terminó siendo la gota que derramó el vaso.
Un par de días después, el 10 de abril, un nuevo bombero fue presentado. Robert Dante Siboldi, el ídolo del club en la década de los noventas llegó para apagar el fuego, pero fracaso en su primera misión: ganar el título de la Conca.
Tigres perdió la final contra el León y el sueño de volver al Mundial de Clubes se escapó, ya solo les quedaba pelear por la Liga y contras contra todos los pronósticos, después de calificar por la vía del repechaje, dejaron fuera a dos series aspirantes.
Con drama y sufrimiento el equipo eliminó a los Diablos Rojos en la fase de cuartos y en las semifinales hizo lo mismo ante el poderoso súper líder Rayados con todo y su récord de 40 puntos.
Después de un torneo atípico, con cambios inesperados en el timón y resultados negativos que hicieron explotar a la afición, hoy en día Tigres está a 180 minutos de conquistar su octava estrella, pero para eso tendrán que dar un primer zarpazo ante unas Chivas que también sueñan con la gloria.
