Por Alejandro Martínez / @alexmtz8603
En Nuevo León, tierra futbolera por tradición, poco a poco, la redonda puede volver a rodar…
Su gente: los Tigres, los Rayados y hasta uno que otro que le va a las Águilas del América no se aguanta por juntarse con los amigos y divertirse un rato pateando la bola.
Por varios meses, el Covid desinfló el balón y dejó a los futboleros sin un sitio para practicar su deporte favorito o bien tan solo relajarse por un rato.
A un año de que el virus llegó al Mundo y a Nuevo León, por fin se empieza a ver la luz
Los Kukys, un reflejo de la sociedad futbolera.
Como niños con juguete nuevo, los Kukys llegaron a las canchas queriendo demostrar que el tiempo no había pasado. Obvio, no es lo mismo los veintes que los treintas, pero la ilusión estaba a tope.
El debut era a las 21:00 horas, pero media horas antes, la comitiva llegó y quería ensayar para ver si las habilidades no se habían perdido o bien la condición no les traicionaba.
Algunos compraron tachones nuevos, otros los balones, todo estaba listo para el estreno…
Pero, por protocolo sanitario a la cancha se entra tan solo unos minutos antes de silbatazo inicial; sin embargo, esto no aminoró las ganas de calentar ahí en la penumbra de un estacionamiento.
Previo al debut, primero la toma de temperatura, a la cancha solo jugadores registrados, eso sí hay chance para que el director técnico haga su trabajo.
El molesto cubrebocas, pero que salva vidas, debe estar en todo momento, inclusive los jugadores del banquillo lo deben traer sino viene el árbitro y te lo vuelve a recalcar.
Al final, el debut de los Kuky fue ilusionante, tras ir 3-0 abajo, el partido terminó empatado a cuatro goles con un triplete de Bebyz; Eddy, el portero fue la otra figura, quien salvó un sinfín de veces su arco.
El partido se tuvo que resolver en muerte súbita
