Por Diego De Montemayor
Hoy hace 25 años la tragedia invadió Ciudad Universitaria… Tigres perdía la categoría ante los ojos del Monterrey, pues el Volcán fue tapizado de azul y blanco con miles de aficionados rayados que atestiguaron el momento más amargo en la historia de su acérrimo rival.
Tigres llegó al Clásico Regio 51 con la encomienda de ganar, primeramente, más allá de lo que hiciera Morelia, Tigres tenía que cumplir su parte: ¡Ganarle al Monterrey! Y después esperar que el destino les sonriera, pero ninguna de las dos cosas sucedió.
Rayados enterró cualquier esperanza felina, que, en un pequeño lapso de aquel clásico del 24 de marzo de 1996, estuvieron salvados. Un gol de Omar Arellano al minuto 18, ponía a los Tigres en zona de salvación, pero instantes después, ocho minutos, para ser exactos, Sergio el “Pibe” Verdirame con un zurdazo, mandó a Tigres a segunda división. Los Rayados celebraban, los Tigres lloraban, pues fue en ese momento cuando se consumó el descenso. Todo lo que sucedió después fue meramente anecdótico.
Simultáneamente se jugaba el Morelia vs Veracruz, donde los purépechas no deberían ganar, para que Tigres se mantuviera con vida. En aquella temporada 95-96, eran 34 jornadas, y se disputaba la fecha 32, quedaban 6 puntos por pelear; Morelia llegaba a esta jornada con 93 unidades, Tigres con 88.
Cuando Tigres se puso adelante 1-0 en el marcador, Morelia y Veracruz empataban 0-0; lo que significaba que Tigres en ese momento alcanzaba los 90 puntos, por 94 de Morelia, ahí Tigres mantenía posibilidades matemáticas de salvarse.
Pero a ambos partidos les quedaban muchos minutos por jugarse, y es entonces cuando Rayados empató a los auriazules, matando toda esperanza de salvación, aún y cuando Morelia seguía 0-0, es decir, aun perdiendo los michoacanos, Tigres ya estaba descendido a manos del Monterrey, que no conformes les marcaron un tanto más que representó la derrota felina, ya que en ese momento Tigres volvía a tener 88 puntos, por 94 del Morelia que seguía empatado 0-0 ante Veracruz, quedando… por lo que ya lo que hicieran los purépechas era completamente irrelevante.
Fue así como aquella tarde de domingo se escribió la historia del clásico regio más importante disputado entre Tigres y Rayados.