Tigres está teniendo un torneo de caricatura. No se perdía tanto en casa desde los tiempos de Daniel Guzmán, y el principal señalado es Ricardo: el Tuca Ferreti.
¿Por qué se le recrimina al entrenador y no a Gignac, que lleva dos goles en trece partidos?
¿Por qué se le pega al estratega y no a Nahuel Guzmán, cuyos errores cada vez nos afectan más?
¿Por qué pedimos la cabeza de Ricardo y no la de Pizarro?
O la de Dueñas o la de Reyes. O la de Chaka Rodríguez o la de Javier Aquino.
¿Por qué responsabilizamos solo a Ferreti?
Sería sencillo decir que lo señalamos a él porque es quien los acomoda. Es él quien deja en la banca a lo mejorcito que tenemos y es él también quien hace cambios que restan mucho y suman poco… suman nada.
Sin embargo, aunque todo esto sea cierto, la principal razón por la cual le pegamos más al director técnico que a los jugadores, es porque entre esos jugadores hay un tal Nahuel Guzmán, que aún puede ser referente durante un par de años más. Está Salcedo, que con la cabeza fría es de los mejores centrales que hay en México. Está Rafael Carioca, que en el medio campo lo entrega todo. Está Luis Quiñones, que encara siempre sin temor al error. Está Diente López, que no necesita de muchos minutos para hacer mucho. Y está André-Pierre Gignac, cuyo compromiso con el deporte y el equipo es algo de otro mundo.
Materia prima hay. La calidad no se ha acabado y lo mostraron en febrero.
El problema es la motivación y la nula competencia interna, y ahí el responsable es Ricardo Ferreti de Oliveira.
¿Que el jugador debe ser profesional y rendir siempre sin necesidad de que algo o alguien lo motive?
Sí. Debería de, pero no es así.
El fútbol es un universo distinto; negocio de millonarios y egos alzados en el que los trabajadores (futbolistas) a veces ganan más que sus patrones (directivos). Y si quieres triunfar en esto, debes propiciar las condiciones adecuadas para sacarle el mayor provecho posible a lo que tienes.
Tuca ya le sacó el mayor provecho posible a lo que hay, y difícilmente le traerán más. O más de la calidad que él precisa para ganar.
Ferreti te hace mucho con mucho (que no es poca cosa), y desde hace rato la directiva ha dejado de contratar elementos de primer nivel.
Se le pega a Tuca porque es más sencillo que llegue alguien y le saque el último brillo a esta generación dorada, a que corran a todos y le traigan lo que el señor necesita para volver a triunfar.
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