Por Adriana Espinosa | Twitter @espinosa_2507
Acostumbradas a empates insípidos, este viernes, Atlas, Chivas, Tigres y Monterrey nos han sorprendido con dos marcadores tan inesperados como lo acontecido en el campo. Además, Ana Gaby Paz y Claudia Lozoya nos han dejado claro que la suerte de portera existe, y es factor.
En su primer partido de Semifinales, las puertas del Jalisco albergaron el encuentro de Ida entre Atlas y Chivas. Las dirigidas por Mejía no dudaron en atacar desde el minuto uno, por lo que, a través de centros y balones filtrados, las del Guadalajara procuraron hacer daño al arco rival. No obstante, en aquella primera mitad, fueron las de La Academia quienes, con un juego rápido y preciso, lograron plantarse frente a Blanca Félix y exigirle, cuando menos, su aparición.
Para la segunda mitad, Chivas fue un equipo abrumador, que logró anular el juego del oponente y sitiar a las rojinegras en su propio campo. Disparos de larga y mediana distancia, centros desde ambos lados, cabezazos llegando al área chica, fueron lo que Ana Gaby Paz tuvo que sufrir durante poco más de cuarenta minutos.
Por supuesto, a la cancerbera rojinegra le acompañó la suerte, disfrazada de poste y vestida con el número 5. Fue Ale Franco quien, de manera casi milagrosa, logró sacar un balón casi sobre la línea de meta. Sin embargo, y pese a su fortuita aparición, Franco fue protagonista también del mal arbitraje pues, tras ser amonestada en una primera jugada, la central le perdonó el segundo cartón que la habría dejado fuera.
En cuanto al arbitraje, Lucia Venegas vuelve a tener una actuación controvertida, con decisiones que entorpecían el juego y que pudieron trascender en el resultado. Un empate a ceros que, deja a Chivas con un pie en la final pero que, con un solo gol, Atlas podría cambiar por completo. El triunfo o empate a goles, permitiría a las de La Academia alcanzar su primera final, en tanto, el empate a cero o cualquier victoria, instalaría, una vez más, al Guadalajara en aquel ansiado partido.
En Monterrey, Rayadas gestó una hazaña que, sin verse concretada con una victoria, refleja el espíritu de un equipo incansable. Predecible era el dominio de Tigres, su control de balón y generación de peligro constante, sobre todo el que representó Belén Cruz y Stephany Mayor. Lo que nadie pudo predecir – salvo algún vidente, tal vez – fue la expulsión de Alex Godínez a los 12 minutos de partido.
La portera de Rayadas, en complicidad con un mal trabajo de defensa, de manera instintiva y tras perder noción del terreno, desvió un balón con las manos fuera del área. Acción que se tradujo en su expulsión e ingreso de Lozoya. Fue por ello que Monterrey sufrió durante gran parte del primer tiempo, aguantando en el fondo y buscando oxígeno después de cada llegada por parte de las Amazonas, quienes aún con una futbolista más, fueron incapaces de abrir el marcador durante la primera mitad.
Ya en el complemento, Mayor no dejó de buscar el gol, e incluso alguna asistencia para sus compañeras, pero, no fue hasta un tiro de esquina en el que, la única futbolista presente en todos los Super Clásicos, Nancy Antonio, se vistió de goleadora en el Gigante de Acero, poniendo el uno por cero momentáneo.
Más tarde, apenas unos minutos después, resultado de una extraordinaria, fenomenal, increíble – no, las palabras no bastan, pero, ya quedó claro – actuación de Monsiváis, Burkenroad logró igualar el marcador, haciendo estallar el BBVA.
Sobre el último tercio de juego, “La Arquitecta” del gol sumó un tanto más a su cuota, firmando uno de sus mejores partidos; la número ‘9’, sola en punta, además de labores de sacrificio, no desaprovechó ninguno de sus balones al frente, transformándolos en falta o goles a favor. Desafortunadamente para los griegos – y claro, para los aficionados de Monterrey – las Rayadas no pudieron completar la odisea, y en el agregado vieron concretado el empate con un gol de Solís.
El panorama para Monterrey, pese al empate, parece optimista, cuando menos, si entendemos el dos a dos como una carga de energía y motivación para el equipo que, prácticamente, desde el minuto uno, soportó, luchó y casi vence. A destacar también el trabajo defensivo de Bernal, Mejía, y, sobre todo, el de Cadena, que, aunque con errores al comienzo del partido, supo enmendarse buscando y luchando cada balón. En contraste, el esfuerzo exigido a Rayadas, podría mermar su físico en el partido de vuelta, donde además serán recibidas por la afición de Tigres.
En el futbol, existe un dicho que dice: portera sin suerte, no es portera, y vaya si Lozoya y Paz lo son. Evitando el gol en contra, o reduciendo la posible desventaja, las dos porteras han sido, y pueden ser, piezas clave en el triunfo de sus equipos. Ahora, esa suerte deberá verse duplicada pues, como visitantes, Atlas y Monterrey aparentan una desventaja.
Tigres vs. Rayadas
Vuelta: Estadio Universitario, 19 horas
Chivas vs. Atlas
Vuelta: Estadio Akron, 21 horas