POR DIEGO DE MONTEMAYOR
Del glamour de Tigres, de ser nota nacional, de estar en todos los medios de Monterrey a ir a unos tacos, así es Miguel Herrera, un hombre humilde y que convive con la raza.
El Piojo llegó a Monterrey para firmar con Tigres entre una nube de reporteros, fue tendencia en redes sociales y su nombre apareció en todo México, en cuanto se quitó el saco y su camisa de Tigres volvió a ser el de siempre.
Ya en tierras regias el Piojo hizo un tour por las principales calles y avenidas de Monterey, le caló el hambre y llegó a unos tacos.
El Piojo hizo una parada en un foodtruck llamado Claudio’s, ahí ordenó la cena y convivió con los empleados, demostrando ser una persona sencilla y humilde.
Así serán los días del Piojo en Monterrey, el hombre que tiene todos los reflectores y que cada día es más humilde.