Cuando Paco Venegas llegó a Tigres, tanto medios como aficionados esperaron lo que sucedió: que tuviese pocas oportunidades y las desaprovechara. Ya sea por no rendir al máximo dentro del terreno de juego o por cometer uno de esos tantos fallos extra cancha que el entonces director técnico del equipo no solía perdonarle a los más jóvenes de la plantilla.
Ocurrió lo segundo.
Luego de que Paco Venegas y Sánchez Purata rompieran el protocolo sanitario estipulado por la Liga y fueran sancionados, tanto hinchas como periodistas suponían que sus días con el conjunto felino estaban contados.
Si a esto agregamos que Aldo Cruz comenzó a hacer muy bien las cosas por la banda izquierda (donde él sumó sus escasos minutos), su salida dejaba de ser un rumor y tomaba tintes de hecho.
Sin embargo, a Paco le cambiaron al jefe.
Se fue Tuca Ferretti (con quien ya no parecía tener cabida), y llegó Miguel Herrera. Un hombre que gusta del futbolista joven y atrevido; y él es joven y atrevido. Un entrenador que precisa de laterales con condiciones ofensivas, y Venegas, con la selección, hasta de volante ha brillado.
Si bien Aldo Cruz se perfila para ser el lateral izquierdo titular del equipo, no tengo la menor duda de que el Piojo le moverá a la pizarra de manera frecuente, y en ocasiones lo veremos a Paco Venegas sumando por ese costado.
Si el muchacho hace lo que sabe (porque sabe mucho), Miguel encontrará en él a un elemento muy de su estilo, y acabará alineando más veces como titular que como suplente.
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