Desde hace unas semanas hay un problema en Tigres UANL que comienza a crecer como la espuma.
Tras la salida de “Tuca” y la llegada de Miguel Herrera, el plantel manifestó su “incomodidad” para trasladarse a entrenar en la “Cueva” de Zuazua.
Un trayecto largo, un tramo carretero que hay que cruzar y sobre todo los largos tiempos para llegar y posteriormente moverse a casa (casi 2 horas solo en coche).
Esto puso a Miguel y a la directiva a buscar alternativas. Polideportivo Tigres , Deportivo de CEMEX y la Unidad Deportiva “Osvaldo Batocletti” fueron las opciones que se contemplaron, siendo esta la que actualmente utilizan como “segunda casa de entrenamiento”.
Sin embargo se viene una disyuntiva, ya que este mismo completo es usado por Tigres Femenil para sus entrenamientos, lo cual se empalma en horarios.
Lejos de resolver este problema, parece irse complicando aún más.
Quizá muchos digan “Pues que entrenen en el Estadio Universitario” a lo cual tenemos que explicar que el mantenimiento de una cancha de futbol profesional tiene costos importantes y sobre todo un desgaste que no sería óptimo para los días de partido.
Esto nos llega a solo una conclusión. Lejos de pensar en nuevo estadio de futbol, lo que realmente urge y se tiene que pensar a la brevedad es un nuevo complejo de entrenamiento, que sea funcional para Tigres UANL y Tigres Femenil y que cumpla con las necesidades básicas de la institución.
¿Es difícil de entender?
