Perder el Clásico Regiomontano representó, para el equipo de Tigres, más que la resta de tres unidades o un golpe duro en el orgullo.
Significó dar varios pasos hacia atrás, cuando aún ni siquiera había la certeza de que se estuviera avanzando.
Porque Tigres llegó al derbi con solo una derrota, sí, pero también con solo tres triunfos y un montón de empates que con dificultad tenían al equipo con trece puntos de veinticuatro posibles… apenas por arriba del 50%.
Los comandados por Miguel: el ‘Piojo’ Herrera siguen sin dar ese gran partido que la gente espera.
Ante Querétaro y Mazatlán se ganó con contundencia, es verdad, pero hubo matices durante los encuentros que no podemos dejar completamente de lado.
Perder ante el acérrimo rival fue eso que tenía que pasar para que los aficionados y la prensa se dieran cuenta de que las cosas no están del todo bien.
Que los del ‘Piojo’ aún no carburan como el estratega lo desea.
El próximo sábado 25 de septiembre, en punto de las 19:00 hrs, Tigres recibe la visita de los Pumas de la UNAM.
Sé que habrá quienes prefieran la diplomacia, pero a mí eso no se me da.
Los capitalinos son ese rival que Tigres necesita para recuperar la confianza.
El equipo está ávido de noventa minutos de buen fútbol, y los Pumas deberán ser quienes paguen los platos rotos.
Con línea de cuatro, al parecer. Con Carioca y Pizarro en el medio campo; ‘Diente’ de ‘10’ y arriba Quiñones, Gignac y Thauvin.
Con ellos o con otros, Tigres debe imponer condiciones en el Volcán universitario… se lo deben a su gente.
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