Tigres visitó el Alfonso Lastras y no solo se trajo los tres puntos, sino que ofreció su mejor partido en lo que va de la campaña.
En la primera mitad, los comandados por Miguel: el ‘Piojo’ Herrera fueron más pacientes al momento de fabricar sus jugadas.
Iban al frente, sí, pero si no veían opción real, se detenían y distribuían de mejor manera la pelota.
Respetaron en todo momento el dinamismo pretendido por su entrenador, ojo, pero con mesura e inteligencia.
¿Que Atlético San Luis tuvo sus opciones?
Es cierto.
¿Que la contundencia fue la que marcó la diferencia?
También es cierto.
Sin embargo, el control del partido siempre fue de los amarillos.
Éramos muchos los que le pedíamos a Miguel Herrera que encontrara cierto equilibrio. Porque sí, veíamos y le agradecíamos la intención de herir siempre a los rivales. Pero en el trance dejábamos huecos gigantescos que los contrarios aprovechaban y nos pintaban la cara.
Ante San Luis se jugó con mucho oficio y atrevimiento, y el triunfo de tres goles contra cero fue el premio a dicho esfuerzo.
Tigres se encontró con el partido que necesitaba para retomar la confianza y trabajar con base en algo.
Es verdad que no todos los equipos te permitirán lo que San Luis.
Pero también es cierto que jugando así estarás siempre más cerca de la victoria que de la derrota.
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