En la antigua Roma, las centurias constituían la unidad de división entre los legionarios. Entre todos ellos, el centurión, líder de los ejércitos. A este soldado se le distinguía por sus cualidades de resistencia y templanza, siendo la pieza angular de las grandes legiones. Una figura que en el equipo de Rayadas emula Desirée Monsiváis. Una líder nata, con sacrificio y lucha sobre la cancha. Aunque no exista un homólogo femenino, después de conquistar los cien goles en la historia de la liga, la nueve de Monterrey ha demostrado ser la centuriana capaz de guiar al equipo hacia la victoria. Aunque, ninguna tan importante como la que buscarán en la próxima jornada ante Tigres. Nueve goles para Monsiváis en lo que va de temporada, todos importantes pero, ninguno tan deseado como los que se esperan en un Clásico Regio.
Toda la afición conoce la historia entre las Amazonas y Rayadas, que además de la tradición, han sumado a su propia rivalidad finales memorables, no muy gratas para el cuadro que ahora dirige Eva Espejo. Así como el corneta en tiempos de las legiones romanas, la directora formada en Pachuca, se ha encargado de ordenar el juego de Monterrey. Una tarea que tuvo que pasar por un proceso de adaptación hasta poder dominar un estilo de juego vertical. Un planteamiento de pases profundos y ataques incesantes, que puede sufrir en defensa pero, con el balón en los pies es capaz de controlar el partido. Para ello, se ha servido de jugadoras como Rebeca Bernal, que defiende y ataca cada centímetro de césped. Defensa versátil con recorridos largos y visión de juego clara. Sin duda, portadora del escudo de esta centuria. Como canterana, además de su amor y orgullo por las rayas, Bernal porta el brazalete de capitana desde la entrega y perseverancia.
Muchas futbolistas han llegado y salido del club pero, en el plantel aún permanecen futbolista que participaron en las tres derrotas de Rayadas en las finales contra Tigres, así como en aquella victoria de redención. Tal es el caso de Avilés, que comienza a tener regularidad en el esquema de Espejo, respondiendo de manera contundente. Pese a su corta cuota de goles, con cuatro tantos, su sobrenombre no solo responde a su valor dentro del campo, sino también a los lujos que permite su técnica, una verdadera joya. En caso de tener minutos en el encuentro ante Tigres, podría aportar mucho al juego colectivo, dificultando el marcaje que las Amazonas procuren sobre sus rivales. El triunfo de Rayadas, aunque no representaría ninguna ventaja en la tabla, estando a pocas jornadas de concluir la fase regular, rompería con el invicto de Tigres, dejando a las de Monterrey con un estado anímico óptimo, y cerca, muy cera, del liderato.
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