Por Venustiano Carranza
Allá por los años noventa, Javier Lozano se ganó a toda la fanaticada de Tigres por su gran talento con la esférica, pero no solo por eso, sino que también por su garra en cada uno de los partidos ya fuera en Primera División o en la categoría de Ascenso.
El Pastor, ese joven sencillo y carismático que debuta y mete gol, que va a la tribuna y lo grita con toda el alma: Un click desde el silbatazo inicial
Alguien quien nunca olvida de donde vino y quienes lo apoyaron desde un inicio de su carrera y es por esto que él pactó con la directiva felina regalar su playera cada final del juego.
Una anécdota muy significativa, la cual reveló en el Podcast de Solo Tigres y la cual nos hace comprender mucho más su vínculo afectivo con los aficionados.
“Así anduve correteando a Tomas Boy muchos años”, dijo Lozano entre risas al puntualizar sobre el tema de sus regalos a la hinchada.
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