POR CARLOS HERRERA | Twitter @herreramtz
¡Por fin! Santos Laguna obtuvo su primer triunfo en este 2022 ante el Montreal, esto en la Concacaf Liga de Campeones. Se podrán decir muchas cosas (que si era un equipo de la MLS, que si está en pretemporada, que no trae ritmo de competencia, etc., etc., etc.) Pero TRIUNFO ES TRIUNFO.
Hay muchas cosas que destacar del partido: el gran accionar de Leo Suárez entrando de relevo, Gorriarán dando un muy buen juego, Ocejo anotando, Harold Preciado mostrando calidad, Lalo Aguirre muy participativo (aunque debe aprender a no ser egoísta y dar el balón a quien está mejor ubicado); pero lo que yo más destaco es en sí la victoria, ahora sí que como dicen en mi rancho: “aiga sido como aiga sido”. Se vio esa descarga de frustración y coraje al momento de celebrar el gol, por los mismos jugadores de cancha, los jugadores de banca, el cuerpo técnico y la afición que se hizo presente en gran número.
Tengo mucha confianza que a partir de esta victoria el equipo se haya quitado una loza muy pesada de encima que traía en sus espaldas por no ganar, que la confianza vaya en aumento y que el siguiente partido vs. Bravos (que sabemos que jugamos de local en la fronteriza ciudad del Divo de Juárez) se obtenga un buen resultado, y por qué no, pensar en la victoria que le todavía más confianza para ir a enfrentar el partido de vuelta el próximo martes 22 a la ciudad canadiense.
Se vienen buenas cosas para Santos Laguna, me queda claro. Lo que no me queda tan claro es que si realmente estamos en una crisis o es sólo una mala racha. El tiempo lo dirá. Esperemos que sea el principio del fin de no poder ganar, y que de ahora en adelante los resultados sean mejores. Se puede perder, más lo que nunca debe de faltar es esa entrega en la cancha, que de verdad suden la playera, que se mueran en la raya y eso sabemos reconocerlo.
Lo que nos queda es seguir apoyando al equipo, y al decir apoyar me refiero a ir al estadio, a exigir, abuchear si es necesario, pero que por nosotros (los aficionados) no quede.
Nos leemos en la próxima.
