Pasaron más de cincuenta años para que, el Camp Nou albergara un partido de fútbol femenil. Bajo la mirada de más de 91 mil personas en las gradas, además de las miles que se unieron a la transmisión, el Barça se llevó, por tercera vez consecutiva, el Clásico. Una rivalidad que, cada vez muestra mayor intensidad en la rama femenil, y que sigue probando lo mucho que disfruta la afición de este encuentro. Una fiesta blaugrana que, tuvo momentos agridulces, como los goles de Carmona y Zonorza, quien marcó casi desde medio campo. Sin embargo, Graham y Aitana organizaron el juego del Barcelona, generando oportunidades y jugadas de lujo. Junto a ellas, Mapi, Claudia y Alexia, firmaron el cinco a dos definitivo y un nuevo boleto a Semifinales. Aunque con una actuación moderada, Putellas fue ovacionada por un Camp Nou que, no dudo en rendirse ante la máxima referente del barcelonismo en la actualidad.
A unas horas de vuelo, en París, la afición en el Parque de los Príncipes hizo lo propio con el PSG, a quienes alentaron por más de noventa minutos. Aunque la noche aparentaba marchar según lo pronosticado tras el gol de Baltimore, un par de minutos después, llegó el empate de las bávaras, gracias a la futbolista más lúdica del Bayern, Saki Kumagai. No obstante, el drama comenzaría durante la segunda mitad, en la que Schüller pondría el global tres a tres. Un partido sumamente vertical, con muy pocas acciones en medio campo. Del lado del Bayern, Bühl y Magull serían las más participativas a la hora de aprovechar las bandas, sobre todo por el costado derecho. Mientras, Katoto y Geyoro rompían el partido a velocidad a favor de las parisinas. Irremediablemente, con una buena actuación de Votíkóva y Leitzig bajo los tres palos, el encuentro se prolongó media hora. Así, hasta al minuto 112’, aparecería Bachmann, con un gol para escandalizar a todo el estadio.
En la Wolfsburg Arena, las Wölfinnen, por séptima ocasión desde su debut en Champions, avanzan a semifinales. Una primera mitad en la que las alemanas demostraron su superioridad física, con presiones altas y marcaciones intensas. Vivianne Miedema sufrió la mayor parte del encuentro, siempre recibiendo de espalada a la portería y retrocediendo su posición hasta casi por debajo de medio cancha. En cambio, Huth y Jónsdóttir, lograron correr con suma libertad por todo el campo rival. Los dos tantos que dan al Wolfsburg la victoria en la serie fueron resultado de una mala defensa del Arsenal, acosado constantemente en su área. Durante la primera mitad, Roord remató un balón suelto en el área chica tras un cobro de esquina. Ya en la segunda parte, Williamson desviaría el esférico hacia su propia puerta, sellando el tres a uno global. Partido difícil para las Gunners, en el que solo Little pudo lucir un par de veces.
Finalmente, después de un resultado inesperado en el partido de ida, la Juventus se despide del sueño de jugar una final de UWCL como locales. Sin duda, la historia pesa, y las heptacampeones han hecho valer su dominio europeo. A la media hora de juego, una de las mejores en la historia, Ada Hegerberg, abrió el marcador en favor de las Lyonnais rompiendo las redes con un cabezazo implacable. Minutos después, Malard pondría el tanto de la ventaja, con Macario asegurando la victoria al minuto 73’. Tres goles arriba, el OL comenzaba a festejar, sin que aquello le evitara sufrir durante los últimos instantes del encuentro. Los buenos minutos de juego que logró demostrar la Juve se vieron compensados al 87’ de tiempo corrido. Demasiado tarde para unas Bioanconeri que, deben salir con la cabeza en alto, habiendo exigido su máximo a un equipo como el dirigido por Sonia Bompastor.
Una temporada más, Francia ha demostrado ser una de las ligas más fuertes a nivel continental, con dos representantes instaladas en semifinales. Igual de relevante, es el mérito el de las Wölfinnen que, pese a los altibajos sufridos en campañas recientes, se mantiene como un equipo referente de este torneo. Un título que comparte con el Barcelona que, temporada tras temporada, hace más grande su historia en la UWCL. Cuatro equipos que ocupan un lugar especial entre la afición, con un solo objetivo en mente: Turín. En el caso de las francesas, el OL estará buscando su décima final, mientras el PSG querrá cumplir el sueño de disputar aquel último partido. Del otro lado, Wolfsburg y Barça, después de aquel dramático episodio en 2019, donde las culés terminaron fueran, se vuelven a medir en semifinales. Ahora, la mítica frase de Alexia vuelve a la mente, aunque esta vez no solo se refiere al encuentro entre las alemanas y españolas, sino al fútbol europeo en general, donde los cuartos de final vividos avalan el dicho “ya no hay distancia”.
