Se ha hablado mucho de que el Tigres de Miguel Herrera depende demasiado de sus individualidades.
Dicen que hay poca o nula idea colectiva.
Hay quienes aseguran, incluso, que la propuesta del ‘Piojo’ se limita a mandar centros al área y esperar a que sus atacantes salten a la cancha con la puntería fina.
En parte esto es verdad.
Si bien el Tigres de Miguel Herrera propone más que cualquier otro en el campeonato mexicano (no en balde fue el que más anotó goles en la campaña regular), también es cierto que sus embates son un tanto predecibles y que muchos de los partidos se ganaron gracias a pinceladas individuales, como el clásico regio o el duelo ante Querétaro.
Sin embargo, las individualidades de Tigres no son como las de otros equipos.
Cuando en tu plantilla hay elementos como Nahuel Guzmán, Guido Pizarro, Jesús Dueñas, Javier Aquino, Rafael Carioca, Juan Pablo Vigón, Luis Quiñones, Florian Thauvin, ‘Diente’ López y por supuesto: André-Pierre Gignac, no se puede hablar de individualidades como tal, sino de jerarquías que marcan la diferencia cuando la idea colectiva queda a deber.
A diferencia de otros equipos, Miguel: el ‘Piojo’ Herrera no depende de uno o de dos jugadores.
Tiene un arsenal completo que puede sacarle las papas del fuego cuando las cosas no están saliendo de la mejor manera.
¿Que no es lo ideal?
No.
No es lo ideal.
Pero es un As bajo la manga que en muchas ocasiones define a los campeones.
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