Tigres ofreció, ante el Santos Laguna, su mejor partido en lo que va del torneo.
El domingo 14 de agosto, en punto de las 9 de la noche, Tigres venció a los laguneros con un contundente marcador de 2 goles contra 0.
Más allá de la victoria, lo que se destaca es el funcionamiento del equipo.
Con 11 jugadores, Tigres fue dueño del partido.
Con 10 futbolistas, supieron cerrarlo sin correr ningún peligro.
¿Nahuel Guzmán?
Sacó lo que tuvo.
¿Vladimir Loroña?
Gran desempeño por la banda de la derecha, aportando hacia adelante más de lo que muchos hubiésemos imaginado.
Javier Aquino, Guido Pizarro, Luis Quiñones… Sebastián Córdova. Prácticamente todos hicieron muy bien las cosas.
Sin embargo, hay uno que llamó especialmente mi atención, y es el caso de Hugo Ayala.
Hablamos de un futbolista que, en los últimos torneos, sobre todo bajo el mando de Miguel: el ‘Piojo’ Herrera, ha jugado muy poco.
Podríamos contar con los dedos de las manos las veces que ha alineado como titular.
¿Que ya no es el mismo?
Es verdad.
Hugo Ayala ya no es el mismo.
Sus mejores años ya pasaron… ya no es un defensa veloz.
Sin embargo, en el duelo correspondiente a la fecha número 8, la experiencia del michoacano ayudó para que la zaga defensiva de Tigres hallara cierta paz.
Algo que le urgía al equipo de Miguel Herrera, que en ocasiones parecía estar demasiado revolucionado.
En el fútbol, como en la vida, a veces es necesario poner las cosas en pausa y pensar antes de ejecutar.
Justo eso te da un jugador como Hugo Ayala, que lee perfectamente los tiempos, enfría la bola, da calma a sus compañeros y ayuda a que la pelota entre en sintonía con los mejores.
‘Que Hugo Ayala ya está viejito’, dirían algunos.
A mí dame más ‘viejitos’ como Hugo Ayala y menos jóvenes que cada que tienen el esférico en los pies transmiten una inseguridad del tamaño del ‘Volcán’.
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