¿Han escuchado eso de: la nostalgia le hace daño al negocio?
Me parece algo bastante acertado.
Cuando nos aferramos a aquello que alguna vez nos hizo felices y lo abrazamos sin importar que ahora ya no nos haga tan bien, la melancolía nos juega en contra y todo se puede echar a perder.
Justo lo que enfrenta Tigres en estos momentos…
Los jugadores que llenaron de gloria a este club están por vivir los últimos años de su carrera. Y si el conjunto felino no sabe cómo manejar la situación, puede tener un desenlace fatal.
Nombres actuales como los de André-Pierre Gignac, Nahuel Guzmán, Guido Pizarro y Rafael Carioca, pesan tanto como el de los ya retirados Hugo Ayala, Juninho, Damián Álvarez, Lucas Lobos y compañía.
Por mucho que queramos dárnosla de fríos, no podemos ser malagradecidos con quienes llenaron de estrellas el escudo.
Tigres debe renovarse, sí.
Y parte fundamental de dicha renovación, consiste en dar las gracias a ciertos elementos.
Pero debemos ser muy cuidadosos en el proceso.
Acabar a la mala con quienes le dieron tantas cosas buenas a la institución, es una buena manera de mandarlo todo a la mierda.
Ya acabamos mal con el ‘Tuca’.
No nos vayamos a caer con el resto de las figuras.
Lo escribe Jaime para que lo entienda Mauricio…
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