Por: René Fernández I Twitter: @Renefd
El mejor partido en la era de Robert Dante Siboldi como técnico de Tigres llegó en el momento más oportuno: en el arranque de la liguilla.
Los felinos pusieron un pie y medio en las próximas semifinales al dejar en terapia intensiva a unos Diablos Rojos que se regresaron a su infierno con cuatro zarpazos en la frente.
El inicio no fue el esperado para Tigres pues antes del minuto 10 el cuadro escarlata ya había vulnerado la meta de Nahuel Guzmán con un disparo de Leo Fernández.
A Tigres le costó reaccionar al grado de que se salvaron del segundo de los choriceros por parte de Maxi Araujo.
Dicen que gol fallado es gol en contra y casi de inmediato esto se cumplió cuando Sebastián Córdova marcó el del empate a pase de Diego Lainez.
El mismo Córdova provocó un penal y fue entonces que apareció mister liguilla, André Pierre Gignac lo anotó y también, por fin, lo festejo.
El francés llegó a 30 anotaciones en la fiesta grande del fútbol mexicano.
La fiesta en la cueva auriazul continuó con el tercero, obra de Juan Pablo Vigón.
Y ya en el segundo tiempo, apenas unos minutos después de haber entrado de cambio, Nico López clavó su diente para ponerle cifras definitivas al marcador.
Tigres ganó, gustó y goleó. Los de Siboldi acarician la semifinales y el próximo domingo buscarán amarrarlas en el mismísimo infierno.