Por Diana Ross / Twitter @dianajera_
Era una noche en París, “La Ciudad de la Luz”. La noche del domingo 7 de abril de 2019, Paris Saint Germain jugó de local ante el equipo Racing Club de Estrasburgo, de la Ligue 1. Parecía un partido común de liga, pero si PSG ganaba ese partido, se coronaba como el campeón de la temporada 2018-2019.
Tristemente, no me tocó presenciar la celebración del campeonato ya que empataron a dos goles, pero sí, uno de mis futbolistas favoritos, ¡me regaló su playera! Permítanme contarles cómo sucedió.
Ya ubicaba a Julian Draxler desde sus inicios en el Schalke 04, pero comencé a seguir su carrera hasta 2017 cuando fichó con el club parisino. Tenía la ilusión de ir a verlo jugar, así que ahorré por un tiempo hasta que por fin reuní lo suficiente para ir.
Cuando compramos los boletos para el partido a principios del año, quedaban tres boletos disponibles en la zona que yo buscaba (lo más cerca posible del campo), aunque eran en filas diferentes.
El 6 de marzo, justo un mes antes del partido al que iría, jugaron la vuelta de los Octavos de Final de la Liga de Campeones contra el Manchester United. PSG quedó eliminado de la Champions con un penal en contra marcado al último minuto. Ese día, Draxler salió lesionado del terreno de juego.
Estaba muy preocupada porque no sabía cuánto tiempo podría durar la lesión y si era grave. Afortunadamente, una semana antes del partido contra Estrasburgo, Julian logró recuperarse y volvió a jugar.
Al fin, después de una larga espera, se llegó el día de partido y finalmente acudimos al “Parque de los Príncipes”. El ambiente era increíble, banderas, mosaicos por toda la tribuna y bengalas, los Ultras no pararon de alentar durante todo el partido.
Me gustaría destacar que el personal del estadio fue muy amable y servicial. Desde el momento en que entramos, el chico que recibió nuestras entradas nos ayudó cuando tuve problemas con el lector. También la chica que nos ayudó a encontrar nuestros asientos, me dijo que, como estábamos en diferentes filas, si todavía había asientos vacíos cuando comenzara el partido, podíamos sentarnos juntos donde fuera posible. Cuando comenzó el partido, extrañamente había dos asientos vacíos a mi lado, así que en el entretiempo nos pudimos sentar todos juntos.
Tenía el cartel que hice para Julian y la bandera mexicana conmigo, pero luego le di la bandera a mi papá para que los dos pudiéramos mostrarlos a la FANCAM. Me sentí realizada cuando aparecí en la pantalla del estadio, mi padre también mostró la bandera mexicana a la cámara, pero la seguridad del estadio se la quitó en cuanto la vieron, no sé exactamente los motivos, pero al parecer no permiten ningún tipo de bandera en el estadio.
Después de eso, la seguridad también vino conmigo y me bajaron de las gradas. Leyeron mi cartel y después de un breve cuestionamiento me dejaron conservarlo, pero honestamente después de esto, ya me dio pena mostrarlo. Entonces pensé: “He estado esperando tanto tiempo por este momento así que ¡qué rayos!, aquí nadie me conoce”, ja.
Como Draxler acababa de regresar a las canchas tras un mes de lesión, inició el partido en el banquillo. Al medio tiempo, estaba calentando frente a donde estábamos sentados, realmente cerca. Entonces, saqué mi cartulina blanca arrugada cuando volteó hacia nosotros y de inmediato lo vio, arrojándome un saludo junto con una linda sonrisa. Nunca imaginé que reaccionaría así.
El letrero decía “Draxler, j’ai voyagé 9203km juste pour te voir“, que en español significa: “Draxler, viajé 9203km sólo para verte”. Casi llora con semejante frase.
Unos chicos que estaban en la fila de abajo, notaron cuando Julian me saludó y después de eso, me ayudaron a continuar llamando su atención. Mención honorífica a estos chicos.
Ni siquiera sé sus nombres, solo de uno que me contactó en Instagram, David. Era un chico y su novia, y David y un amigo suyo. Cada vez que pasaba frente a nosotros le gritábamos todos y Draxler sólo se reía. Le pedí a la chica que me enseñara cómo decir “dame tu camiseta” en francés para gritarle; y cada vez que estaba cerca le gritaba “¡donne moi ton maillot!”.
Honestamente, le estaba gritando como una broma, nunca imaginé que en realidad estaba escuchando todo lo que decíamos.
Al fin Draxler entró al campo y jugó alrededor de 30 minutos, lamentablemente solo fue un empate, pero el juego fue muy emocionante ya que como lo mencioné antes, con una victoria el PSG ganaba la Ligue 1. Es gracioso porque Choupo-Moting cometió un error increíble en la raya, evitando un gol de su propio compañero. Si no lo recuerdan, búsquenlo en YouTube y me comparten sus opiniones.
Al término del partido, estaba muy feliz y emocionada porque fue un buen encuentro de fútbol y además ya había salido en televisión. Por si fuera poco, recibí un saludo por parte de Julian Draxler, así que valió la pena todo, hasta que…
Mis papás y yo nos tomábamos una foto con la cancha de fondo, cuando David (el chico que conocí en el estadio) me dijo que bajara y citándolo: “JULIAN VIENE”. No podía creer lo que veía, era Julian Draxler caminando en dirección hacia mí. Sostenía en mi mano derecha el celular con la cámara de video activada para grabar el momento, o al menos eso intenté porque el resultado es espantoso, pero el audio vale oro.
Se acercó y luego me abrazó. Me dijo: “¡gracias por tu apoyo!”. Solo podía reírme de los nervios porque no tenía palabras, estaba en shock. Él me preguntó todo y no sé cómo pude responder a sus preguntas. Me preguntó de dónde venía. – “¿México?” ¿Sólo para ver el partido?” me dijo con una cara de sorpresa y emoción. Le dije que sí para que se viera más dramático, pero en realidad iba de vacaciones, ja. – “¿Quieres mi camiseta?”-“¡Siiii!”, le contesté como pude.
No puedo creer que recordara lo que estábamos gritando y que se haya tomado el tiempo de ir conmigo y darme su camiseta. Me pareció un tipo humilde con los pies en la tierra, además de muy simpático. No me dejarán mentirles, pero hay muchos futbolistas que ni una sonrisa te devuelven al pedirles una foto.
Después de que me dio su camiseta, me preguntó que si nos tomábamos una foto con mi celular. ¡Julian Draxler me pidió una foto!
Ni siquiera se me pasó por la cabeza tomar una foto, estaba en shock y no pensaba en nada. Cuando le pasé mi celular mis manos temblaban, incluso le dije: “lo siento, estoy tan nerviosa”. Un señor de la seguridad del estadio nos tomó la foto. Luego, me abrazó una vez más y se fue. El mejor minuto y medio de mi vida.
Cuando me volví y vi la cantidad de gente que estaba allí, me quedé aún más impresionada. Muchas personas me felicitaron mientras yo seguía incrédula, aún sin poder hablar.
La forma en que todo sucedió fue perfecta y sé que si lo hubiera planeado no hubiera sucedido así. Me impresiona la forma en como las cosas se acomodaron, elegí los asientos perfectos, dos lugares vacíos para poder estar con mi familia, Draxler se recuperó una semana antes de que yo viajara y, por si fuera poco, se puso a calentar justo enfrente de nuestros lugares.
Al día siguiente, publicó nuestra foto en su Instagram, (por si no fue suficiente que me saludara, me abrazara, me diera su playera y se tomara una foto conmigo). En la publicación detalló que viajé desde México. Estaba muy emocionada.
La experiencia en París, especialmente en el Parc Des Princes, fue algo que nunca olvidaré. Estoy muy agradecida con los chicos del estadio, especialmente con David, y más que nada, agradecida con Julian Draxler.
Es un gran jugador de fútbol, pero también demostró ser una persona humilde y me dio el mejor recuerdo que pude pedir de mi viaje. Valieron la pena los 9203km recorridos.