Por David Flores | Twitter @davidfloores
A raíz de que se inauguró el BBVA, la conexión entre afición-equipo ha ido disminuyendo con el paso de los años y eso desafortunadamente también ha coincidido con los malos resultados en lo deportivo. Pero, ¿Qué tanto han influido la pasión y la identidad?. La respuesta es, MUCHO.
La identidad ha influido porque es algo que a la gente del Club le cuesta mucho reconocer e incluso, han tratado de cambiarla. Un claro ejemplo de esto se vio al perder la Final regia de Liga, cuando en los anuncios digitales a nivel de cancha se desplegaba un escudo sin la “M” y con puras rayas. El escudo del que estamos hablando es el que ahora porta Rayadas. El Club intentó experimentar usando ese escudo para Rayados y lo desplegaban en vídeos o fotografías del equipo varonil. Sin embargo, dada la desaprobación de mucha afición, el nacimiento de Rayadas les cayó de perlas para “aventarles las paletas”, situación que marcó el inicio de la división entre aficiones. Si nos damos cuenta, todo nos lleva a que si al Club le cuesta reconocer la identidad o intenta cambiarla, lógicamente, la afición no sentirá un clic con el equipo y si a eso le agregamos torneos malísimos, eliminaciones, finales perdidas, etc… todo influye para alejar por completo al aficionado del Estadio y hasta de seguir los partidos aunque sea por televisión o redes sociales. En la identidad se plasma la pasión.
Recientemente han hecho muchos intentos por “recuperar” la conexión con la afición, pero, todos sin pies ni cabeza y si hay alguien, que les podría enseñar a construir o reconstruir la pasión plasmada en identidad para acercar nuevamente a los aficionados, se llama Joel Jáuregui Saldaña.
Si, hablamos de Jáuregui, el creador del escudo del Club de Fútbol Monterrey, el impulsor de las caras pintadas con los colores azul y blanco, el defensor #1 de las jerseys respetando las rayas y de las jerseys limpias, con poca publicidad o si era mucha, con el menor tamaño posible. Si, el mismo que hoy en día pareciera estar borrado de la historia del Club. A muchos personajes que han dejado huella en la historia del Club, les regalan boletos, jerseys, abonos, los invitan a los Palcos y a él, ni su nombre lo mencionan. Me recuerda a la película de Harry Potter en donde a Voldemort lo catalogan como “El que no debe ser nombrado”. Lamentable.
A Jáuregui no le dan el más mínimo reconocimiento, pero no se dan cuenta que no se lo dan a alguien que siempre puso su amor por el Club antes que el negocio, a alguien que invirtió su pasión, su talento, su tiempo y mucho esfuerzo por crear una identidad para que el aficionado se sintiera identificado -valga la redundancia- con el Club.
Los “Días de gloria” en el Tec quedarán siempre en el corazón, pero los “Días de gloria” en el BBVA, ¿En donde están?
