Por Alejandro Martínez / @alexmtz8603
En el futbol, hay un sinfín de historias, algunas muy básicas, pero que si eres joven o grande y jamás te detuviste a cuestionarte la razón de cada palabra que le da sentido al deporte, seguro que, todavía tendrás muchas dudas.
Las personas que van al estadio a apoyar a su equipo se les llaman aficionados o fans, pero ojo, estos no son los míticos hinchas, los que cantan y apoyan durante 90 o más minutos.
A principios del Siglo 20, la palabra hinchada surgió en Montevideo, Uruguay.
Sí, tenía que ser en Sudamérica en donde naciera un término que se volvió tan popular a lo largo del mundo.
El mítico Nacional contrató a Prudencio Miguel Reyes, alborero de profesión, pero quien la hizo de utilero del equipo en aquellos años y entre sus trabajos estaba el de inflar los balones.
La pelota y el apoyo a los suyos: dos valores que se conjuntaron para crear una identidad eterna.
Don Prudencio le metió tanto cariño a su trabajo, que no solo hacía su tarea innata, sino que en los partidos se convertía en uno más, se desgañitaba la garganta para que su equipo ganara.
Su voz retumbaba en cada estadio, la afición lo reconocía. A Nacional se le reconoce como el primer equipo en tener una hinchada, después la pasión se trasladó a Argentina, luego a toda a América para finalmente terminar a lo largo y ancho del planeta.
Los hinchas, quienes cantan todo el juego, suelen sentirse exclusivos, se situan en una parte del estadio y siempre andan juntos.