Por Adriana Espinosa / Twitter @espinosa_2507
El pasado fin de semana, Chelsea y Barcelona se han proclamado campeonas de liga, lo que aumenta la expectativa por la próxima final de Champions entre ambas escuadras. Un partido en el que, además de disfrutar de un duelo espectacular, podremos ver reflejado el trabajo que España e Inglaterra han realizado en torno al futbol femenino.
Pese al superlativo nivel de ambos equipos, es importante entender la realidad de sus ligas. En el caso de las “Blues”, la FA Women’s Super League (FAWSL), ha tenido un importante crecimiento en apenas un par de años, posicionándose como uno de los torneos favoritos de futbolistas y afición.
Para ello, una de las claves ha sido el respaldo que los clubes han tenido para con sus jugadoras y entrenadoras pues, a partir de esa confianza, se han gestado proyectos importantes, basados en la continuidad e inversión de los clubes. Una forma de trabajo que, replicada en diversos equipos, permiten a la FWSL aumentar su nivel de competitividad y talento.
Sin embargo, aquello no evita que existan desacuerdos, como parece fue el caso de Casey Stoney, ex entrenadora del United que, según diversas fuentes, decidió no continuar con el club – que ella misma construyó y ascendió a Primera División – al no llegar a un acuerdo sobre el presupuesto para contratar nuevas futbolistas, ni el aumento de su salario.
En cuanto a la contratación de jugadoras, la proyección que se tiene de la FAWSL ha sido de interés para muchas futbolistas de élite, por lo que, tan solo en la última temporada, se ha impuesto un récord en fichajes. El traspaso más caro en la historia del futbol femenil (Pernille Harder por el Chelsea), no es una coincidencia pues, a éste le han acompañado otros tantos como el de Sam Kerr, Alex Morgan, Rose Lavelle, Christine Press, y Tobin Heath, futbolistas que, si bien no permanecerán todas para la próxima campaña, han contribuido con su talento y experiencia, además de su popularidad.
Al respecto, recordemos que, la FAWSL es una de las pocas competiciones transmitidas por televisión abierta (BBC en Inglaterra), lo que permite un incremento de seguidores a esta rama del deporte que, si algo le falta muchas veces, es visibilidad. De esa forma, la liga inglesa, continúa mostrando un notable esfuerzo por consagrarse como una de las mejores competiciones, de condiciones adecuadas y atractivas, fuera y dentro del campo.
En contraste, la Liga Iberdrola, ha sido uno de los torneos con más caso por COVID-19, lo que ha impedido contar con regularidad en las jornadas. Hasta la fecha 29, en la que el Barcelona ha sido proclamado campeón, seis equipos cuentan con partidos pendientes, incluyendo a las propias blaugranas.
Una situación que, aunada a las protestas por parte de las futbolistas, que han exigido mejores condiciones laborales, dejan a la Liga Española como una de las de menor respaldo. Sin embargo, en el campo, la realidad se muestra diferente, al menos para algunos equipos, que, apoyados financiera y deportivamente, han logrado formar plantillas con talento nacional y extranjero.
Al respecto, la Liga Iberdrola es una de las mejores opciones para futbolistas americanas, lo que ha permitido que, no solo el futbol español, sino también el latinoamericano principalmente, siga creciendo, posicionándose como una liga perfecta para el desarrollo de jugadoras.
Asegurar que el Barcelona ha tenido una temporada fácil no es justo para equipos como el Real Madrid, Levante o Real Sociedad que, pese a sus propias adversidades, han tenido una buena campaña, luchando por esa clasificación a Champions. En todo caso, el Barça se ha visto obligado a competir, hasta cierto punto, contra ellas mismas, planteándose propósitos respecto a su rendimiento y resultados. Esto último, ha derivado en una obtención de puntos y diferencia de goles descomunal, alejadas a años luz del resto, lo cual refleja la seriedad de un equipo que, sin importar las rivales, juega a ganar y lucir.
Por ello, la final de la UWCL será una prueba totalmente diferente para cada escuadra, aunque igual de importante para consagrar su proyecto. Por un lado, el Chelsea debe probarse como una plantilla superior, con jerarquía, capaz de vencer cualquier obstáculo y rival. Mientras, el Barcelona, tiene la encomienda de mostrarse como un equipo grande más allá de los torneos locales, con la experiencia y resiliencia suficiente.
Así, la UWCL coronará una nueva campeona este domingo 16 de mayo en el Estadio Gamla Ullevi, en Gotemburgo. Un encuentro con muchos matices, donde Eriksson será la primera futbolista sueca en disputar una final en su propio país, en el que Harder y Putellas aguardan una nueva oportunidad para hacerse de la copa, con el que Hayes y Cortes esperan consagrarse como dos entrenadores de época.
Una final de Champions, después de todo.