Por David Flores | Twitter @davidfloores
Comienza una semana de emociones, una semana en donde los aficionados volvemos a ilusionarnos con un campeonato. Ande bien o ande mal el equipo, el apoyo, la pasión y la fe corren por nuestra sangre azul y blanco.
La Primera Vez
Recuerdo aquella primera vez… de Rayados en el Mundial -aclarando-, yo tenía 14 años y aún no dimensionaba lo que eso significaba. Sentía mucho nerviosismo, sentía, como decimos coloquialmente, las mariposas en mi estómago de la emoción. No sabía si desvelarme o dormirme temprano y despertarme en la madrugada, pero, de lo que si estaba seguro es de que no me perdería un solo partido de mi amado y glorioso Club de Fútbol Monterrey en aquel Primer Mundial de Clubes, en Japón 2011.
A pesar de que el resultado no fue el deseado porque se obtuvo un quinto lugar, yo me sentía muy feliz al ver un suceso que jamás pensé que vería. Mi equipo, jugando del otro lado del mundo y yo, viéndolos a través de la televisión, pero eso sí, viviendo con mucha pasión y entusiasmo cada minuto de los partidos.
Rayados empató 1-1 en su debut ante Kashiwa Reysol con gol de Humberto Suazo, pero, desafortunadamente, en penales no se pudo completar la tarea. Chelito, Ayoví y Chupete anotaron en la tanda desde los once pasos. Jona y Lucho fallaron.
Luego, para ganarse ese quinto puesto, Rayados tuvo que vencer al Espérance Sportive de Túnez con goles de Mier, Aldo y Zavala.
Nueva ilusión
Ahora que comienza la semana previa a un nuevo Mundial, tengo bien presente el cántico: “Siempre la misma ilusión, como la primera vez…”