Por Rubén Heredia | Twitter @Rubik2308
El 1 de junio de 1997, Ciudad Victoria, Tamaulipas en una tarde nublada como la de hoy, fue testigo de ver como Tigres, el primer equipo de toda una generación logra el tan ansiado ascenso a Primera División en uno de los partidos más memorables y que la historia los recuerda con mucho cariño y nostalgia.
Un equipo que demostró, durante todo ese año en el inframundo de la Primera A, que quería volver al lugar de donde nunca se debió de haber ido: El Máximo Circuito.
La historia del nuevo Tigres, comandada por CEMEX y FEMSA, empieza en mayo de 1996 y con un proyecto establecido, que era ascender en 1999, se van en búsqueda de un técnico ganador y con mucha experiencia, pero, que los títulos no llegaban a sus vitrinas.
Aun así, a ese técnico esta nueva directiva le encomienda las riendas de este nuevo Tigres con el propósito de ascenderlo en 3 años y este técnico aceptó.
Tan adoptó el proyecto como suyo que hizo lo inimaginable: regresar en un año. Alberto Guerra, uno de los mejores técnicos en la historia de Tigres, logró formar un equipo de Primera División, en Primera A; y los mantuvo concentrados y con el objetivo muy claro.
Este equipo conformado, con una labor titánica de Sinergia Deportiva, al mantener a muchos de los jugadores que descendieron y con contrataciones de jugadores que cumplieran con el perfil Tigre original y que a la postre, nos trajo uno de lo máximos ídolos en la historia de Tigres: Claudio “El Diablo” Núñez.
El primer paso se logra el 21 de diciembre de 1996. El Estadio Universitario mostraba un lleno espectacular en donde demostraba que tenía una afición nueva combinada con la de antaño y todos con una misma ilusión. Una afición que desde ahí mostraba ser INCOMPARABLE y ante la sorpresa de todos ya que no se concebía que un equipo de Segunda División mostraba tener más aficionados que cualquier equipo de Primera.
El paso final cumple 24 años y con categoría, Tigres gana su último partido en la División de Plata con un marcador de 4-0 de visitante, después de haber perdido el juego de ida 1-0.
Siboldi, Tosello, Marcos Ayala, Tinoco, El Diablo, Nilson Essidio, La Coca, El Chima, El Abuelo, El Ruso, El Tena Murguía, Omar Arellano, El Pastor, el resto del plantel y, sobre todo, El Profesor Alberto Guerra: Gracias por devolvernos de donde nunca nos debimos de haber ido y por confirmar vamos todos por el triunfo, el equipo y su afición.
Este fue el nacimiento de la nueva historia y de los Tigres de Corazón, de los que nunca abandonaron y de los que seguimos aquí.
Gracias Sinergia Deportiva, gracias Profe y ¡gracias, Tigres!
