Llegó el minuto ochenta del partido, Tigres y Santos Laguna empataban a cero goles en el ‘Volcán’ Universitario.
Los de la Comarca Lagunera estaban arriba en el marcador global, no obstante, y los locales habían desbaratado ya su medio campo.
La victoria parecía cada vez más lejana, cuando Matheus Dória le dio vida a una jugada muerta.
El balón cayó en los botines de André-Pierre Gignac y luego pasó a dominio de Carlos Salcedo.
El defensa central recibió con la diestra y definió con la zurda, desatando así la locura de los aficionados.
Tigres acabó por meterse a las Semifinales del Fútbol Mexicano en un partido que bien puede servir de ejemplo para definir la principal virtud de los comandados por Miguel Herrera.
Y es que a este equipo le pasó de todo durante la campaña regular, y aún así se las arreglaron para meterse a la Liguilla dentro de los primeros cuatro lugares de la general.
Y en Cuartos de Final la cosa no fue del todo diferente.
Arrancaron la llave dormidos, y en menos de veinte minutos ya estaban perdiendo dos goles contra cero.
Para la vuelta se mostraron ciertas mejorías futbolísticas, no obstante, y aunque la lesión de Guido Pizarro encendió las alarmas, la escuadra felina no dejó de luchar, y al final tuvieron su justa recompensa.
Ahora tocará medir fuerzas con los Panzas Verdes de León, primero en el Estadio Universitario el próximo miércoles primero de diciembre a las 21:00 hrs, después en ese lugar donde la vida no vale nada.
El Tigres de Miguel Herrera es una mezcla entre garra y cada vez mejor fútbol. Esa es su principal virtud de cara a lo que resta de la fiesta grande en el balompié mexicano.
Sobran motivos para que su hinchada se mantenga ilusionada.
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